Sin duda, el más importante es este último, el filtro biológico. Por ello creo que sería interesante dedicar un "post" para contar nuestras experiencias y reflexionar un poco sobre ello.
Empiezo desarrollando unos conceptos básicos de biología que a más de uno le sonarán:
En un sistema marino abierto como son los arrecifes de coral, habitan numerosos tipos de bacterias que acometen la importante misión de degradar los productos del metabolismo animal en compuestos sucesivamente menos tóxicos, según el conocido ciclo del nitrógeno (NH4 -> NO2 -> NO3 -> N2), conviertiendo de este modo compuestos muy peligrosos en otros totalmente inócuos como el nitrógeno libre.
En un sistema marino cerrado, como son nuestros acuarios, la realidad suele ser bien distinta: el tiempo y las malas prácticas suelen convertir la gran variedad biológica con la que empezamos (roca viva virgen y recién curada) en lo que se denomina "monocultivos" bacterianos.
La cantidad de biomasa bacteriana está limitada por dos factores muy importantes que los aficionados solemos descuidar: los recursos y los depredadores.
RECURSOS. Conocidos como regla R*, los recursos engloban la cantidad (entiéndase como disponibilidad) y calidad (entiéndase como variedad) de los alimentos en nuestro sistema.
DEPREDADORES. Conocidos como regla P*, los depredadores son aquellos agentes con capacidad para eliminar las bacterias de un determinado cultivo o cepa. Se puede entender por depredador a otra bacteria, un hongo o simplemente un desequilibrio en la densidad o temperatura del agua que haga desaparecer a nuestras protagonistas.
Podemos por tanto establecer que el éxito de una determinada colonia bacteriana dependerá de su respuesta ante estos dos factores: estas bacterias proliferarán siempre que haya un equilibrio favorable entre R* y P* (recursos y depredadores).
Si la colonia dispone de suficientes recursos y los depredadores no lo impiden, esta seguirá creciendo y multiplicándose hasta que alcance un equilibrio estable y no haya más recursos que sustenten mayor propagación. De modo contrario, si los depredadores son superiores a la velocidad de crecimiento de la colonia, la cual viene determinada por su propia naturaleza y los recursos disponibles, esta acabará extinguiéndose.
Un filtro biológico tiene una eficiencia fácilmente medible. Podemos determinar por ejemplo la cantidad de nitrógeno que es capaz de procesar (o de fósforo, aunque esto ya es más difícil).
Por ejemplo, en un acuario maduro vacío de animales y algas, podemos verter una determinada cantidad de amoniaco (que rápidamente se transformará en amonio debido al cambio de pH del medio) y al cabo de unas horas medir la cantidad de nitritos que se han formado, los cuales, multiplicados por el volumen de agua nos indicarán el total de amoniaco procesado por las bacterias aerobias existentes. Del mismo modo, podemos medir el nitrato y con ello, la capacidad de las colonias anaerobias.Todo ello de forma muy aproximada ya que siempre se libera una pequeña porción de nitrógeno diatómico a la atmósfera y existen multitud de reacciones indeterminadas. Bueno, no hagáis la prueba, basta con entender el concepto.
Es fácilmente comprensible que la eficiencia de este filtro biológico dependerá de la cantidad de bacterias (ya que tenemos un espacio limitado por la superficie de roca y arena, lo que nos interesa es aumentar la concentración de bacterias) y su diversidad (no interesa que todas las bacterias sean del mismo tipo, es mucho mejor disponer de distintos cultivos con capacidad para procesar distintos contaminantes ya que por lo general las bacterias tienen una dieta muy especializada). Existen por tanto bacterias especializadas en amonio, otras en nitritos (las más habituales, conocidas como nitrosomonas y nitrobacter), otras en nitrato...otras incluso "se pirran" por el petróleo y sus derivados (que se lo pregunten a los que viven en zonas costeras cada vez que se produce un derrame de fuel-oil: son estas bacterias las que finalmente limpian nuestras costas). Por ello, debemos tener muy claro que debemos buscar cantidad y diversidad si queremos que nuestros acuarios luzcan limpios y sanos. Debemos huir de filtros biológico "pobres" o inmaduros, huyendo de los habituales "monocultivos" que ni son resistentes a la variabilidad del sistema ni son capaces de procesar toda la caca que producen nuestros animales y vegetales (también cuentan los cadáveres, ojo)
Dicho esto, vamos a hablar del primero de los factores determinantes del éxito de nuestra querida y apreciada colonia bacteriana, los RECURSOS:
¿Cuál es el principal RECURSO? No cabe duda: la comida con la que se alimentan las bacterias. Esta comida siempre es una forma molecular basada en el carbono, de modo que si las bacterias no tienen suficiente carbono para crecer y propagarse, de poco servirá que las alimentemos con amoniaco, nitrito o nitrato. La buena noticia es que el carbono está siempre disponible en cualquier medio orgánico (no en vano se le conoce como "el sustento de la vida"), la mala es que no siempre lo está en la cantidad y variedad adecuada. Por tanto, ante la pregunta que se desprende de esta afirmación, podemos asegurar que SI es conveniente proveer a nuestras bacterias de carbono suficiente para que puedan proliferar y expandirse de manera sostenida (ojo: de manera sostenida, no sobredosifiquemos carbono).
Las fuentes de carbono más usadas últimamente son las siguientes (intento ordenarlas por complejidad):
- Vodka (etanol). No necesita combinarse con ningún otro compuesto, constituye alimento para las bacterias de forma directa.
- Vinagre (ácido acético) que en combinación con el CO2 del agua se transforma en acetona, una fuente muy valiosa de carbono y fácilmente asimilable por las bacterias más habituales
- Azúcar de mesa (glucosa-fructosa-disacárido, aunque yo no lo usaría porque es muy potente e impredecible)
- Biodigest (creo que se llama así al alimento de Prodibio)
- Zeostart (idem en el caso de Zeovit).
Preferiblemente debemos utilizar las formas de carbono que permitan alimentar distintos tipos de bacterias, normalmente esto lo conseguiremos solamente con la combinación de alguna de las tres primeras o utilizando algún preparado comercial; de este modo evitaremos favorecer los denominados monocultivos.
Pongo como ejemplo la diferencia entre alimentar con vodka y alimentar con Zeostart (caso real tomado de un foro americano):
" ... si utilizas una única fuente de carbono como puede ser el vodka, estás favoreciendo la proliferación de un único tipo de bacteria que está especializada en el etanol. Si te excedes en la dosis de vodka, puede suceder, que ante la ausencia de un factor limitante (regla P*, depredador), estas bacterias proliferen de forma exponencial agotando la concentración de O2 en el agua y axfisiando a los peces... cuando dosificas una fuente de carbono "mexclada" como puede ser Start2, acompañada de una inoculación bacteriana variada como Zeobak, estás "distorsionando" tanto la regla R* como la regla P* (recursos y depredadores), de manera que siempre dispondrás de una sinergia estabilizadora..."
Dicho de otro modo: si solo alimentamos con un tipo de carbono a un tipo de bacteria, la podemos cagar de lo lindo si nos pasamos de la dósis (no se si alguien de los compañeros que usan vodka ha tenido esta experiencia); en cambio, si alimentamos distintos tipos de bacteria con distintos tipos de carbono, lo más que podemos hacer en caso de sobredosis es llegar a una pequeña proliferación similar a la cianobacteria, la cual suele remitir en dos o tres días (esto si lo he visto en alguno de los sistemas Zeovit y Xaqua).
Por lo tanto, muy importante: bacterias heterotróficas y variadas. Respecto a esto, resaltar que cualquier desequilibrio suele determinar la desaparición de alguna de nuestras variadas cepas bacterianas, por tanto, ante la pregunta de si echar o no la ampollita de Prodibio, Xaqua o Zeovit (o cualquiera de vuestra preferencia) solamente durante el proceso de ciclado, aconsejaría: NO. Creo que es mejor echar unas gotas de forma periódica (por ejemplo cada semana o quince días) para asegurarnos estos cultivos heterotróficos, y por supuesto sin dudarlo: cada vez que aparece un desequilibrio (por ejemplo cianobacteria).
Otro día hablamos de la regla P*, los DEPREDADORES de nuestras queridas bacterias.
A partir de aquí sería muy interesante que alguien vaya aportando sus experiencias.
escrito por pablo....monti...
0 comentarios:
Publicar un comentario